Primeramente, para entender el misterio de BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA, hay que remontarse a poco después del Diluvio Universal, y lo que empezó a ocurrir en la tierra de Sinar, Mesopotamia, y concretamente, en Babilonia. La religión ritual es el esfuerzo humano, inspirado por Satanás, para pretender llegar a Dios. La religión ritual es el engaño del maligno con el cual el hombre pretende congraciarse con un Ser superior.
Poco después del Diluvio Universal, después de que el hombre empezara de nuevo a multiplicarse sobre la tierra, paulatinamente fue alejándose de Dios de nuevo.
Satanás, conoce a la perfección la profecía bíblica. Sabía que un día Dios tomaría forma de carne, y que nacería de una virgen en esta tierra.
Porque Jesús vino a buscar y a salvar a la humanidad de la perdición eterna y el infierno, creado éste para Satanás y sus demonios, el diablo odia a Jesús, y se ha determinado destruir la obra de Dios, el Evangelio de salvación. Por esto, astutamente estableció su propio “cristo”, “otro evangelio”, y “otro espíritu” para confundir y engañar a la humanidad. Por lo tanto, esto último no es nuevo, sino casi tan viejo como lo es el pecado en este mundo.
“Mapa de la ubicación de Babilonia en Mesopotamia”
El enemigo de nuestras almas decidió desarrollar un sistema religioso oculto que controlaría el mundo; un sistema en el que la gente podría creer; matar por él, y morir por él. La Biblia lo llama: “BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA” (Ap. 17:5)
“La nefanda Inquisición: fruto ineludible de BABILONIA LA GRANDE”
1. La Gran Ramera, bajo el sello de BABILONIA LA GRANDE
Es evidente que el hombre es en esencia un ser espiritual. La Biblia dice:
“Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente” (Génesis 2: 7).
También dice que “puso eternidad en el corazón de ellos (de los hombres)” (Eclesiastés 3: 11).
El hombre, por naturaleza, busca en lo espiritual, lo externo a él. Satanás se ha aprovechado de esto, y desde el tiempo de la construcción de la torre de Babel (Gen. 11), después del Diluvio, ha estado enseñando al hombre cómo “llegar” a Dios a través de las diferentes religiones.
Pero el hombre ¡no puede llegar a Dios porque es un ser caído! La gran diferencia es; no que el hombre puede llegar a Dios, sino que Dios llega al hombre en la persona de Jesucristo. Este es el mensaje del Evangelio. El verdadero cristiano entiende que sólo así puede reconciliarse con su Creador.
Ya desde Génesis capítulo 11, el hombre sin Dios intenta llegar a Dios inventando toda una serie de mandamientos y liturgias.
La primera ciudad construida después del Diluvio fue Babilonia. Allí Satanás empezó a levantar su centro de operaciones. Ese nombre, Babilonia, iba a definir ese sistema de confusión y maldad espiritual que ha existido y dominado a lo largo de la historia de la humanidad sin Dios.
Cuando Juan fue inspirado a escribir su libro, la antigua Babilonia, como ciudad, ya hacía mucho tiempo que había dejado de existir. Ni casi ruinas había. Para más información leer Isaías 13: 19-22; Jeremías 51: 62. La ciudad fue destruida, pero la religión de la ciudad ¡no!
La culminación de ese proceso de suma impiedad, iba a ser el levantamiento de la Gran Ramera (Ap. 17: 3), la falsa iglesia que se atribuye el serlo de Cristo…y es que, no hay peor engaño que el que se parece a la verdad.
“El representante actual de la Gran Ramera, la organización llamada iglesia de Roma”
“La religiosidad es un concepto intrínseco en la humanidad. Es la perversión del sentido espiritual de acercarse a Dios, y está en todas las culturas y razas del planeta”
Definitivamente estamos hablando en primera instancia de la llamada iglesia católica y romana, cuya sede está en Roma (Ap. 17: 18)
“Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos” (Apocalipsis 17: 3)
Nótese que esa Gran Ramera lleva en su frente el siguiente nombre:
“BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA” (Ap. 17:5)
Por tanto, la Gran Ramera, está sujeta al sistema babilónico, llamado “BABILONIA LA GRANDE”, que es la suma de todas las falsas religiones (rameras) y de todas las abominaciones de la historia del hombre. Al estar ese nombre justo en la frente de esa mujer, significa que ésta es dominada y controlada por BABILONIA LA GRANDE.
Es la suma; el producto final de ese engendro llamado BABILONIA LA GRANDE. Decimos también, que la última expresión de la Gran Ramera, será el engendro que ya se está gestando, fruto de la apostasía (ver 2 Ts. 2: 3), y que encabezará el Falso Profeta (Ap. 13: 11ss), aunque sólo durará tres años y medio.
PROXIMAMENTE BABILONIA LA GRANDE PARTE 2.
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