Por más que la aparición del Libro de los Muertos data del Imperio Nuevo, para encontrar sus orígenes hay que remontarse a los Textos de las Pirámides del Imperio Antiguo y posteriormente a los Textos de los Sarcófagos del Imperio Medio. Esta evolución permite que esta colección heterogénea de fórmulas contenga textos funerarios de todas las épocas de la historia de Egipto. Destacan tres versiones diferentes del Libro de los Muertos, que se fueron sucediendo a través de la historia:
La versión heliopolitana, redactada por los sacerdotes de Heliópolis para los faraones, se encuentra en algunos sarcófagos, estelas, papiros y tumbas de las dinastías XI, XII y XIII, aunque la esencia viene de escritos primitivos. Netamente solar, promueve la teología del dios Ra.La versión tebana, escrita en jeroglíficos (y luego en hierático) sobre papiros, esta dividida en capítulos sin un orden determinado, aunque la gran mayoría tienen un título y una viñeta. Usada durante las dinastías XVII, XVIII, XIX, XX y XXI ya no solo por los faraones sino también por ciudadanos particulares.
La versión saita dio lugar a su máxima expresión en la Dinastía XXVI de Egipto, en donde se fijaron el orden de los capítulos, que van a permanecer invariables hasta el final del período Ptolemáico
Origen del título
El título "Libro de los Muertos• se debe a su primer editor y traductor, el egiptólogo alemán Karl Richard Lepsius, quien lo publicó en 1842 como Das Todtenbuch der Ägypter, aunque se dice también que el título procede del nombre que los profanadores de las tumbas dieron a los papiros con inscripciones que hallaron junto a las momias: “Kitab al-Mayitun”, en árabe, que significa “Libro del difunto”. Los antiguos egipcios lo conocían como Libro para salir al día.
Capítulo del Libro de los Muertos. Louvre
Estructura:
Por ahora se conocen un total de 190 capítulos, pero su extensión es muy desigual y no existe un solo papiro que los comprenda a todos. La extensión de los papiros variaba según el poder adquisitivo de cada difunto, y una vez que se fue popularizando, las versiones más económicas eran realizadas 'en serie' por los templos y luego rellenadas con el nombre del comprador. La sucesión de fórmulas, sin orden alguno y que llegan a variar de unos ejemplares a otros tienen, sin embargo, una lógica interna. Según el egiptólogo francés Paul Barguet, el Libro de los Muertos puede dividirse del modo siguiente:
Capítulos 1-16: "Salir al día" (oración); marcha hacia la necrópolis, himnos al Sol y a Osiris.
Capítulos 17-63: Salir al día" (regeneración); triunfo y alegría; impotencia de los enemigos; poder sobre los elementos.
Capítulos 64-129: "Salir al día" (transfiguración); poder manifestarse bajo diversas formas, utilizar la barca solar y conocer algunos misterios. Regreso a la tumba; juicio ante el tribunal de Osiris.
Capítulos 130-162: Textos de glorificación del muerto, que se deben leer a lo largo del año, en determinados días festivos, para el culto funerario; servicio de las ofrendas. preservación de la momia por los amuletos.
Capítulos 163-190: es un complemento de todo lo anterior, con fórrmulas en donde se alaba a Osiris.
Capítulo 125 del Libro de los Muertos: Quizás el capítulo más famoso e importante del Libro de los Muertos sea el titulado "Fórmula para entrar en la sala de las dos maat", en el cual el difunto se presenta ante el tribunal de Osiris al objeto de que se pese su corazón (sus acciones) para que pueda continuar su vida en el mundo de los muertos. Este capítulo, de notoria complejidad y extensión, contiene las llamadas "Confesiones negativas", declaraciones de inocencia que el difunto realizaba ante los dioses del tribunal a fin de justificar sus acciones personales, lo que pone de manifiesto la gran importancia moral que este capítulo significaba para los antiguos egipcios.
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